Desencantada

Diez años han pasado desde que Giselle, la protagonista de Encantada: la historia de Giselle, encontró su tan esperado "felices para siempre" junto a Robert Philip, en Nueva York. Al finalizar la primera película, todo parecía haber llegado a su fin de manera ideal: Giselle, una princesa de cuento de hadas, dejaba atrás su mágico reino de Andalasia para adaptarse a la vida en el mundo real, donde encontraba un amor sincero y una nueva familia. Sin embargo, la secuela Desencantada nos muestra que los cuentos de hadas no siempre son tan perfectos como parecen, y Giselle empieza a cuestionar la realidad de su felicidad.

A pesar de tener una vida aparentemente perfecta, llena de amor con su esposo Robert y su hija Morgan, Giselle comienza a sentir que algo le falta. Su rutina diaria, que incluye ser madre, esposa y mujer de negocios, le ha dejado una sensación de vacío. La magia y el encanto de sus primeros días en Nueva York, al principio tan emocionantes, ahora parecen haberse desvanecido. Lo que parecía un “felices para siempre” comienza a volverse una vida monótona, sin esa chispa de magia que la caracterizaba en Andalasia.

Lo que Giselle no sabe es que su creciente insatisfacción y su deseo de recuperar esa sensación de magia y emoción la llevará a tomar decisiones que cambiarán la vida de todos los que la rodean. Al intentar restaurar la magia que sentía en su antiguo mundo, Giselle recurre a un hechizo con la esperanza de traer de vuelta la alegría y el encanto de sus primeros días. Sin embargo, su intervención mágica tendrá consecuencias inesperadas, no solo en su vida, sino también en el mundo de Andalasia. El hechizo desencadenará caos tanto en el mundo real como en el mágico, poniendo en peligro tanto a sus seres queridos como a los habitantes de su antiguo reino.

A lo largo de la película, Giselle se enfrenta a las consecuencias de su deseo de revivir la magia. Se da cuenta de que la felicidad no puede depender de una solución mágica ni de volver a lo que fue. En su búsqueda por comprender qué significa verdaderamente ser feliz, Giselle aprende que la felicidad no está en la perfección ni en los momentos idílicos, sino en la capacidad de aceptar los desafíos y las imperfecciones de la vida cotidiana. Mientras lidia con las repercusiones del hechizo, Giselle debe reevaluar su visión de la vida y encontrar el equilibrio entre sus expectativas de un mundo de fantasía y las realidades del mundo real.

Además, sus relaciones con los demás personajes, como su esposo Robert y su hija Morgan, se ponen a prueba. La película muestra cómo las decisiones impulsivas de Giselle afectan a todos los que la rodean, y cómo, a través del amor y la comprensión, puede aprender a enfrentar las dificultades sin perder la esperanza. La lección central de Desencantada es que la felicidad no es un estado constante ni un destino final, sino una serie de momentos que se construyen con esfuerzo, amor y aceptación. La magia de la vida real, al final, reside en encontrar la belleza en los pequeños momentos, en aprender a crecer y adaptarse, y en comprender que el verdadero “felices para siempre” es un proceso continuo, lleno de altibajos.

Director: Adam Shankman, Hannah Quinn

Género: Comedia, Familia, Fantasía

Actores: Adam Shankman, Aidan McCann, Alan Tudyk, Alix Bailey, Amy Adams, Ann Harada, Anthony R. Mottola, Aviana Le Gallo, Barry Josephson, Betsy Picart, Brian Law, Brigid Leahy