Un hombre adinerado decide idear una lección poco convencional para su hijo, un joven arrogante y engreído, que siempre ha vivido bajo la sombra de su privilegiada posición social. El padre, cansado de la actitud despreciativa y superficial de su hijo, urde un plan para enseñarle una valiosa lección de humildad y trabajo duro. Sin que el joven lo sepa, el hotelero organiza una experiencia única y completamente falsa: lo hace creer que ha viajado al siglo XVIII, en pleno apogeo de la vida rural de una época en la que la aristocracia y los lujos no existían.
El joven, tras ser engañado, se encuentra de repente en un pueblo aislado, completamente recreado para la ocasión. La vida aquí es sencilla, sin los lujos ni comodidades modernas que él conoce. Es un lugar donde los campesinos luchan a diario por sobrevivir, con labores diarias como el cultivo de la tierra, la construcción de edificios de adobe y la realización de tareas físicas que nunca imaginó que tendría que enfrentar. En un principio, el joven reacciona con incredulidad y enojo ante lo que considera una broma cruel. Sin embargo, pronto se da cuenta de que su vida en este pueblo no es solo una aventura temporal, sino una realidad de la que no puede escapar.
Lo que él no sabe es que todo está cuidadosamente planeado. Desde el primer momento, está siendo observado por su padre y un equipo de personas que monitorean sus acciones. Cada paso que da, cada interacción con los habitantes del pueblo, es observada con el fin de evaluar cómo responde a las dificultades y desafíos de una vida simple. A lo largo de esta experiencia, el joven aprenderá, de manera difícil y a veces dolorosa, lecciones de trabajo en equipo, esfuerzo y humildad, todo mientras cree estar atrapado en una época que no es la suya. Este peculiar experimento busca transformar su perspectiva de la vida y hacerlo más consciente de las realidades que enfrenta la gente común.