Carole Mackay es una empresaria exitosa, millonaria y conocida por su actitud directa y desinhibida. Su negocio en línea, que se dedica a vender todo tipo de productos relacionados con las festividades, le ha otorgado fama y una considerable fortuna. Esta riqueza, sumada a su apodo de "Christmas Carole", la ha colocado en una posición privilegiada. Sin embargo, su éxito no ha hecho de ella una mejor persona; más bien, ha tenido el efecto contrario. A pesar de su prosperidad, Carole se ha vuelto más fría, egoísta y distante, una persona completamente diferente a la imagen que muchos tienen de ella por su negocio. De hecho, su actitud podría compararse con la de Ebenezer Scrooge, el famoso personaje de Charles Dickens, quien también era conocido por su avaricia y su falta de humanidad.
Aunque su nombre sugiere una afinidad con la Navidad, la realidad es que Carole desprecia esta época del año. La temporada navideña, lejos de traerle alegría, le resulta molesta e incomodante. En lugar de sentir el calor y la generosidad que caracterizan a las fiestas, se siente abrumada por las expectativas sociales y el bullicio comercial. Para ella, la Navidad es solo una oportunidad para aumentar sus ventas, nada más. Su vida está dominada por el deseo de más ganancias y más éxito, sin que exista espacio para el amor o la compasión hacia los demás. Su actitud negativa hacia la festividad refleja también su desprecio por las relaciones humanas auténticas.
No obstante, en esta víspera de Navidad, algo extraordinario está por suceder. Carole se encuentra cara a cara con un evento que cambiará su vida por completo. Al igual que Scrooge, quien fue visitado por tres espíritus en la noche de Navidad, Carole se ve visitada por seres sobrenaturales que representan su pasado, su presente y su futuro. Estos espíritus no tienen la intención de asustarla, sino de ofrecerle una oportunidad única para que reflexione sobre su vida y las decisiones que ha tomado.
El espíritu del pasado la lleva a revivir su infancia, mostrándole momentos que había olvidado o reprimido, aquellos que quizás podrían haberla convertido en una persona diferente. El espíritu del presente le revela las vidas de aquellos que la rodean, revelando cómo su egoísmo ha afectado a quienes han sido parte de su vida, desde sus empleados hasta su familia. Finalmente, el espíritu del futuro le presenta una visión sombría de lo que le depara el destino si sigue por el mismo camino: soledad, arrepentimiento y la pérdida de todo lo que alguna vez valoró.
A medida que avanza en su recorrido con los espíritus, Carole comienza a comprender que el dinero y el éxito no son suficientes para llenar el vacío emocional que la ha marcado. La avaricia y la falta de empatía solo la han dejado más vacía y distante de los demás. En esta travesía, enfrenta la posibilidad de redimir su alma y cambiar su actitud hacia la vida, pero debe tomar una decisión crucial: ¿seguirá siendo la persona fría y egoísta que ha sido hasta ahora, o será capaz de abrir su corazón y adoptar el verdadero espíritu de la Navidad?
La Navidad es una época de transformación, y Carole tiene ante sí la oportunidad de cambiar su vida para siempre. Pero, como sucede con todos los momentos decisivos, solo ella tiene el poder de decidir si permitirá que los espíritus de la Navidad la guíen hacia un futuro más lleno de amor, compasión y generosidad. Su destino está en sus manos.